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lunes, junio 27, 2005

La pesadilla del Comic Nostrum 2003

Me he enterado del mosqueo de Mauro Entrialgo que ha hecho público en su blog a causa del Comic Nostrum del año 2003. Y me he vuelto a mosquear yo.
Y es que en el año 2002 Juanmi Morey, presidente de la Associació d’amics i víctimes del comic y coordinador de las anteriores ediciones de Comic Nostrum, me pidió ayuda para contactar con autores. Para la edición del 2003 el Pacto de Progreso (la unión contra el PP de todas las demás fuerzas políticas, es decir, PSIB-PSOE, EU, PSM y UM) había prometido dar pasta por lo que el presupuesto aumentó considerablemente. Hasta entonces el dinero venía de Sa Nostra, una Caja de Ahorros local. Se hacían las charlas en los locales de Sa Nostra y, al acabar, los autores cobraban su cheque in situ. En ediciones anteriores habían venido autores como Rafa Marín, Horacio Altuna, Dave McKean, Brian Talbott, etc… Juanmi había ido muy agobiado en anteriores ediciones y necesitaba que alguien le echara una mano.
Se me prometió un dinero por el trabajo (que era lo de menos ya que lo hubiera hecho gratis, la verdad; me apetecía la idea de tener unas jornadas del cómic en Palma) y unas dietas. Bueno, vale. Me puse a ello. Contacté con muchos autores, algunos no podían ese año, otros no contestaban, Roy Thomas dijo que sí (luego, cambiaron las fechas y no puedo venir), Dave Cockrum también (su salud empeoró y desistió de hacer un viaje tan largo)… Al final, yo contacté con los americanos (Jim Starlin, Darick Robertson y Paul Gulacy) y dos españoles (Mauro Entrialgo y Bernardo Vergara), además del traductor Diego García. Juanmi se encargó del resto: Juan Giménez, Sergio García, Manel Fontdevila, Gallardo, Albert Monteys, Michael Farr (autor de un libro sobre Tintín y Hergé) y autores jóvenes de las islas. Juanmi me notificó las condiciones: viaje y estancia pagados, unas dietas y una cantidad por las charlas que yo retransmití.
Todo hubiera ido bien si la gente de Palma se hubiera enterado de las Jornadas.
Las fechas finales eran justo después de Semana Santa. Juanmi mandó la información de Comic Nostrum el Sábado Santo a las redacciones de los periódicos, justo cuando sólo habría unos retenes mínimos que no le hicieron ni caso a su fax. No se hizo una presentación con los miembros de Sa Nostra y del Govern para asegurarnos que vinieran representantes de los diversos periódicos. Los diarios del martes, inicio de las Jornadas, no llevaban nada, o casi nada, del Comic Nostrum
El cartel para colgar en tiendas y demás no estuvo hasta el miércoles.
El catálogo no estuvo hasta el viernes, y gracias a Vicente García que se puso a maquetar como un loco a última hora porque Juanmi no le había pasado los artículos prometidos, artículos que escribimos un servidor y otros amigos.
Se tuvo además que cambiar de local de actos a media semana para que se usaran tanto los de Sa Nostra como los del Govern y la pintaran los dos patrocinadores desconcertando a muchos asistentes.
Además, en general, los autores con más tirón mediático no tuvieron sus charlas viernes y sábado. Que Starlin tuviera la sala casi llena un miércoles habiendo tenido nada de publicidad te hacía preguntar qué hubiera pasado si hubiera sido un sábado y disfrutara de una merecida publicidad.
Pese a todas las chapuzas de promoción y organización, y de las fui fui testigo indignado (había hecho demasiado trabajo y había invertido demasiadas ilusiones como para ver que era todo un desperdicio de esfuerzo), el ambiente era bastante agradable y la gente estaba contenta. Las charlas fueron, creo, bastante entretenidas, sobre todo la de los nuevos autores de El Jueves (donde estuvo Mauro) que fue una carcajada continua.
Me chocó ver que los autores no cobraban in situ como los años anteriores. Se me dijo que se les mandaría el dinero ya que Sa Nostra pagaba los viajes y el hotel. El resto era cosa de la Conselleria. Bueno.
El mes siguiente el Pacto de Progreso pierde las elecciones y el PP vuelve al poder.
Empieza a pasar el tiempo. Recibo mails de Vergara y Mauro bastante incendiarios. Intento ver qué pasa y se lo retransmito. La Conselleria no tiene ningún compromiso, al parecer, con Comic Nostrum y el tema se ha de resolver por el cambio político. Cuando veo que sigue pasando el tiempo y no hay mejora, les invito a que traten directamente con Juanmi que es la persona que lleva todo el tema. En enero de 2004, en Angouleme Bernardo Vergara me comenta que ha cobrado. Pienso que ya todo estará a punto.
Ni hablar. A estas alturas, junio de 2005, dos años y dos meses después, yo no he cobrado. Mauro no ha cobrado. Varios autores más, los extranjeros entre ellos, no han cobrado. Diego no ha cobrado. Juanmi me dice que tampoco ha cobrado. Él pagó de su bolsillo el alquiler de una furgoneta para traslados. Peor es el caso de Vicente que tuvo que pagar de su bolsillo la imprenta del catálogo ¡hace ya dos años! y no se sabe cuándo cobrará. Tuvo que ir él en persona y ver el desastre de papeleo que se ha hecho hasta ahora. Juanmi vivió una separación dura poco por esas fechas y la Conselleria no tiene un duro pero me da la sensación de que el uno por el otro la casa sin barrer.
De vez en cuando llamo a Juanmi para ver si hay novedades. Siempre me dice que ha de ir a ver a Cati Ferrando de la Conselleria para saber algo y que me dirá cosas. Nunca me ha llamado.
De todo esto he aprendido dos cosas: si alguna vez vuelvo a hacer algo así no lo haré si no estoy implicado al 100%, controlando la parte económica para poder pedir explicaciones y darlas con total conocimiento de causa. Y nunca volveré a colaborar con Juanmi Morey.
Sa Nostra quedó descontenta con la asistencia de público. Al año siguiente invirtió el dinero en una exposición de Mattoti con bonito catálogo (mucha pintura, poco cómic) y un cursillo con diseñadores de prestigio. Una cosa muy diferente de lo que yo quería que acabasen siendo las jornadas de Comic Nostrum. Pere Joan, el autor, me comentaba entonces que esas jornadas debían ser de transición a algo grande. Lo que no nos esperábamos es que fueran de transición a la nada.
Comic Nostrum 2003 fue una mala experiencia. No fue todo lo que esperaba o podía haber sido. No pudo serlo en años posteriores. Y me ha hecho quedar mal con gente a la que aprecio. Y esto es lo que más me jode de toda esta historia.