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lunes, julio 04, 2005

The Life Eaters: Escritor + pintor=¿¿??


Este fin de semana me animé a leer The Life Eaters, una novela gráfica,que parece tres prestigios reunidos, a cargo de David Brin, el escritor de ciencia-ficción responsable de Mensajero del futuro, y pintada por Scott Hampton. Éste estuvo invitado a Avilés hace un par de años donde demostró sus ganas de hablar y su buen humor con todos los que se le acercaron. Me dibujó un Joker que es una maravilla. Me sorprendió lo impactante de su dibujo a blanco y negro acostumbrado a sus trabajos pintados, muchos más realistas pero también mucho más estáticos.
Allá llevó una copia de The Life Eaters hecha mediante el rudimentario sistema de imprimir con el ordenador, o similar, y bastante de los originales de esta obra para vender. Me pillé una viñeta página bastante bonita a un precio que aún hoy considero ridículo... Los originales eran bastante curiosos porque Hampton, como su amigo George Pratt, pintan viñetas sueltas que luego con el ordenador las juntan para darles el aspecto tradicional de página de cómic.
La trama giraba, según contó, sobre qué hubiera pasado si Odin, Thor y demás dioses nórdicos hubieran ayudado a ganar a los alemanes en la Segunda Guerra Mundial. Parecía una idea sugerente y el dibujo era bonito, así que me lo acabé pidiendo hace unos meses.
Uf.
Por partes. David Brin no es guionista de cómic ni parece que tenga la menor intención de serlo. The Life Eaters esta lleno de textos por todas partes que explican lo que ocurre dando más la sensación de una novela corta profusamente ilustrada que otra cosa. Así que el cómic es leeeento de narices para leer. Además, la novela gráfica está basada en un texto anterior de Brin llamado Thor meets Captain America que es la primera parte del tomo. Y la mejor. Lo que viene a continuación es un poco reiterativo y apenas nos interesa por estar apoyado en un personaje absolutamente blando y sin gancho. Por no mencionar que el final queda bastante al aire...
Scott Hampton pinta muy bien. Creo que me gustaría más verlo en trabajos que no fueran pintados, más de blanco y negro. Pero por el sistema que emplea, creo que hace que la página como unidad narrativa del cómic se resienta y pierda fluidez a la hora de leerse, aunque como dibujo no haya nada que decir.
Así que si no lo leéis no os perdéis gran cosa.
Mañana escribiré sobre un cómic de lo más interesante para quitarme la decepción de esta lectura...