¡Comics! ¡Cine! ¡Rock! ¡Novela negra! ¡Series de televisión! ¡Lo que me salga de las narices!

sábado, mayo 06, 2006

Recuperando textos: Modesty Blaise

Hace un par de años, en el Dolmen 100, empecé Strip-Tease, una sección sobre personajes de tiras de prensa, una sección que duró dos números ante el desinterés general. Recupero hoy este artículo porque el Dolmen 100 está agotado, creo, porque puede interesar a alguien ahora que Planeta está editando las aventuras de Modesty y porque me sale de las narices...

En los años sesenta se vivió una fiebre que podríamos llamar Bondmanía. Los agentes secretos, especialmente James Bond, tuvieron un auge espectacular y podías encontrarlos de forma abrumadora en el cine (James Bond, Flint, Matt Helm, Harry Palmer), la televisión (Jim West, El agente de CIPOL, El prisionero, Misión Imposible) y, naturalmente, el cómic.
James Bond había sido trasladado rápidamente al cómic en 1957. El periódico London Evening Express se puso a adaptar las novelas de James Bond, empezando por la primera, Casino Royale, con guiones de Anthony Hearne y dibujos de John McClusky. Hearne fue sustituido tras su primera adaptación por Henry Gammidge quien se mantuvo, con alguna excepción, hasta la llegada de Jim Lawrence, mientras que McClusky dejó su puesto a Yaroslav Horak, el mejor dibujante del personaje con diferencia.
Pero posiblemente el mejor cómic que nació de esta moda fue Modesty Blaise. Esta tira de prensa surgió como una versión femenina de James Bond pero pronto demostró su voz propia ya que Modesty, y los personajes secundarios, tenían una personalidad muy diferente y poco derivativa.
El guionista de Modesty Blaise siempre fue Peter O’Donnell. En 1963 el periódico londinense Evening Standard le encargó una tira de prensa que siguiera la moda de las películas de agentes secretos. O’Donnell era ya un guionista veterano a esas alturas habiendo trabajado en la serie Romeo Brown, con dibujos de Jim Holdaway, y diversos cómics románticos, además de adaptar una de las novelas de James Bond para las tiras de prensa que comentábamos antes.
La primera tira de Modesty Blaise apareció el 13 de mayo de 1963. La dibujaba Jim Holdaway, quien , curiosamente visto ahora, no había sido la primera opción para este trabajo. Frank Hampson, el dibujante de Dan Dare, había realizado las primeras semanas de la serie cuando Peter O’Donnell vio que se apartaba de lo que consideraba que debía ser la serie por lo que presionó hasta conseguir que su viejo compañero en Romeo Brown se encargara de ella. Es difícil saber si Hampson hubiera sido una mejor opción pero es indudable que Holdaway hizo un trabajo impresionante y que permanece en la retina de muchos aficionados. Sus sombreados conseguidos usando numerosas rayitas dibujadas con plumilla recuerdan los últimos años de Alex Raymond en Rip Kirby o a clásicos de la ilustración.
Modesty Blaise parecía ser todo lo contrario de James Bond. Frente al glamour, el lujo y la buena vida de 007, la vida de Modesty había sido mucho más dura: se había criado en un campo de concentración en Grecia hasta que escapó (de hecho, O’Donnell se inspiró en una niña muerta de hambre a la que dio de comer en la Segunda Guerra Mundial cuando estaba destinado en Grecia), viajó hacia Turquía cuidando ganado, robando y durmiendo donde podía, fue violada a los 12 y 13 años matando a los que la habían atacado, cuidó de un anciano maestro que la educó y la bautizó como Modesty (Blaise lo eligió la interesada basándose en el nombre del maestro de Merlín), trabajó en un casino de Tánger, se convirtió en la líder de una organización criminal mundial hasta que se retiró rica..., momento en que empezaba la tira, cuando Sir Gerald Tarrant, un alto funcionario de la Inteligencia Brtánica, la conocía y contactaba con ella para que se encargara de trabajos que necesitaban de alguien especial. Blaise, y su amigo y compañero profesional Willie Garvin, lo harían a partir de entonces por el placer de la aventura, por la sensación del riesgo tan añorada tras esos meses de paz. Su primera misión: acabar con una organización dedicada al asesinato remunerado. La segunda: descubrir si en el yate de un millonario está un científico húngaro secuestrado por agentes enemigos. Con los años las aventuras se irían alejando del mundo del espionaje para pasar a la pura intriga, incluso con algún guiño al fantástico.
Las personalidades de Modesty y Blaise y su relación sería una de las razones del éxito de la tira. Modesty es aparentemente muy fría pero tiene sus debilidades, como niños o gente desfavorecida que le recuerdan los peores momentos del pasado. Para los momentos de acción usa pistola o el kongo, una pequeña maza de madera con al que golpea puntos nerviosos. Para sus momentos de descanso le gusta preparar joyas en un taller de su ático de lujo londinense. Su viejo compañero de aventuras, Willie Garvin, es más bruto, más ligón y prefiere luchar con arma blanca o usando métodos de lucha tailandesa. Su puntería es algo fuera de serie. Pese a que puede hablar varios idiomas sin acentos, Willie nunca ha perdido su acento cockney al hablar en inglés y es propietario de una taberna, a la que le dedica bien poco tiempo. Siempre llama Princesa a Modesty Blaise, nunca por su nombre. Ninguno de ellos pide Dom Perignon en un restaurante, siempre piden el tinto de la casa. Son más creíbles y simpáticos que Bond. A lo único que son leales Modesty y Willie es a ellos mismos y a sus creencias, lo que puede hacerles negarse a cumplir una misión o a dejar en libertad a alguien si creen que lo merece pese a que sea un criminal de alguna clase.
El éxito de Modesty Blaise fue rotundo y en 1965 se estrenó la película del mismo título dirigida por Joseph Losey y protagonizada por una imposible Monica Vitti, un muy popular en esos tiempos Terence Stamp, como Garvin, y Dirk Bogarde, como el villano Gabriel. Hace años que no la he vuelto a ver pero la recuerdo como un delirio pop bastante insufrible. O’Donnell había escrito un guión que se pasaron por donde quisieron pero que sirvió de base de una novela que debía ser la adaptación de la película (uno de los productos de merchandising de la película, de hecho) y que sería la primera de una razonablemente exitosa serie de novelas y de recopilatorios de relatos cortos.
Modesty Blaise fue adaptada dos veces más. En 1982 se hizo un piloto para TV que no fue a ningún lado y donde Ann Turkel era la protagonista y Lewis Van Bergen (quien repetiría la experiencia de interpretar a personajes de cómic al protagonizar la corta serie de televisión Sable, basada en el cómic de Mike Grell) hacía de Willie Garvin. En el 2003 se estrenaba My name is Modesty: A Modesty Blaise Adventure. El film se anunciaba como presentado por Quentin Tarantino (recordemos que John Travolta en Pulp Fiction leía la primera novela de Modesty), el director era Scott Spiegel (director de Abierto hasta el amanecer 2, coguionista de Terroríficamente muertos y actor secundario de varias películas de Sam Raimi) y Modesty era interpretada por Alexandra Staden. Las críticas a esta última han sido feroces.
Pero volvamos al cómic. En 1970 Jim Holdaway murió repentinamente a los 43 años. El español Enrique Badía Romero lo sucedería hasta que en 1978 se fue a realizar Axa. A Romero le sustituyeron John Burns(1978-79), Pat Wright(1979-1980) y Neville Colvin(1980-86), hasta su regreso en 1986. Romero es con diferencia el autor que más ha trabajado en el personaje y es sin duda su trabajo más memorable. Su visión del personaje, más carnosa que la de Holdaway, y su uso del pincel han marcado las mayores diferencias con su creador gráfico.
La tira se fue vendiendo a otros periódicos británicos y extranjeros, haciéndose cada vez más conocida. A partir de 1974 se creó una situación extraña: algunos periódicos querían una tira de lunes a sábado (como las tiras de prensa norteamericanas) mientras que otros la querían sólo de lunes a viernes. Las tiras de Modesty, como muchas de las tiras británicas y a diferencia de la mayoría de tiras procedentes de los USA, no llevaban la fecha de publicación sino que iban numeradas. Así que a partir de ese momento aparecieron tiras especiales para el sábado y que podían obviarse sin problemas. Estas tiras se identifican por estar formadas por un número seguido de la letra A.
Otro problema al que se ha tenido que enfrentar Modesty Blaise es el de la censura. La protagonista no ha tenido problemas en mostrarse de vez en cuando desnuda o en tener relaciones sexuales. El guionista ha tenido siempre claro que no es una serie familiar y ha tenido la suerte de trabajar para un sindicato británico. Pero esto provocó que sólo un diario en todos los EEUU publicase la tira y que usase métodos creativos para tapar aquellas cosas que creía que no debían aparecer en una página de cómics.
En 1996 se publicó el último libro de Modesty Blaise: Cobra Trap, un recopilatorio de historias en diversos momentos de la vida de Modesty. Una de las historias, The Dark Angels, había sido escrita inicialmente con el objetivo de ser usada para un piloto de televisión que nunca llegó a salir adelante. Otra, la que daba título al libro, nos presentaba a una Modesty Blaise de 52 años con un tumor cerebral que se enfrenta a unos revolucionarios centroamericanos para defender a unos amigos. La historia acababa con la muerte de Modesty y Willie, su última aventura, un paso que pocos autores (Agatha Christie y Robert Crumb, por ejemplo) han dado con sus personajes de mayor éxito.
La tira de prensa seguiría saliendo durante un tiempo, hasta el 11 de abril de 2001, cuando acabó su publicación, coincidiendo con el 81º cumpleaños de Peter O’Donnell. Pero incluso en los últimos años y con un guionista con una edad notable, las tramas siguieron siendo sorprendentes y usando los últimos acontecimientos políticos o científicos como punto de partida, las personalidades siguieron estando perfectamente definidas, el humor y la camadería entre los dos protagonistas no se perdió. Las sagas leídas de seguido son un placer. Mientras que muchos guionistas de tiras de prensa americana se dedican a contar una y otra vez lo mismo para que el lector diario no se pierda ( o para alargar una historia que no da para mucho, seamos sinceros), O’Donnell no menosprecia la memoria y la inteligencia de sus lectores.
Desde el final de la tira de prensa ha aparecido un álbum destinado al mercado escandinavo, donde Modesty es muy popular, donde O’Donnell y Romero adaptaban el cuento The Dark Angels.
En España no hay mucho publicado. BuruLan editó las primeras aventuras en unos fascículos, encuadernables en tomo con posterioridad, donde se remontaba y coloreaba todo con gran alegría. Planeta editó a finales de los 80 siete números de una calidad más que digna (la única pega sería que las tiras aparecían algo pequeñas y que la reproducción no siempre era la deseable, pero no deja de ser una edición bastante seria) con las primeras aventuras, incluyendo dos historias cortas curiosas. La primera era un resumen de la vida de Modesty destinada a servir de presentación del personaje para aquellos periódicos que empezaban a editar al personaje de O’Donnell mientras que la segunda fue una historia pensada para publicar en diarios escoceses exclusivamente.
En inglés es más fácil encontrar material. Por un lado Titan vuelve a editar tomos con las primeras aventuras de Modesty Blaise dibujadas por Holdaway. Por otro, Manuscript Press edita de vez en cuando tomos con varias aventuras de la etapa de Badía Romero, ya publicadas previamente serializadas en Comics Revue. En esta revista, y ya acabado el material más reciente, se está editando desde hace años la etapa Holdaway. Badía Romero ha dibujado bastantes portadas originales para Comics Revue, donde no hace mucho se editó en su número 200 la novela gráfica The Dark Angels.
Yo no puedo dejar de recomendaros que intentéis leer algo de Modesty Blaise, una de las mejores tiras de prensa que se han hecho y que a lo largo de casi veinte años mantuvo una media de calidad envidiable.


Notas finales: los dibujos que aparecen son de Phil Noto y de Walter Simonson, por si a alguien le interesa. Y si queréis ver dos de las tiras que hizo Frank Hampson y compararlo con la versión de Holdaway, pinchad aquí y aquí. Una Modesty mucho más blanda, sin duda.